domingo, 9 de octubre de 2011
SIGUEN PRESOS INJUSTAMENTE JÓVENES TECATENSES
POR GERMÁN RAMOS GONZÁLEZ
Tecate, B.C.- Ante la incertidumbre que genera una detención ilegal y el tiempo transcurrido, aún cuando las pruebas y declaraciones no los inculpan, dos jóvenes tecatenses, trabajadores y que fueron detenidos en condiciones muy extrañas, siguen encerrados en el penal El Hongo.
El arresto de Juan Jesús Aldrete Rosas y Sixto Aldrete Márquez se efectuó el 7 de abril pasado del 2009, horas después del ataque que sufrieron a balazos dos agentes de la Policía Federal Sección Caminos en la gasolinera denominada Circulo K a la salida para Ensenada.
Ahora, mediante una carta dirigida a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, al Consulado de Estados Unidos, a la Secretaría de Seguridad Pública, a la Secretaría de Gobernación y a la Secretaría de la Función Pública, el señor Juan Aldrete Márquez, papá y hermano, respectivamente de los detenidos, clama justicia y exige a las autoridades esclarezcan las condiciones en las que fueron asegurados sus familiares.
Ya han pasado 2 años y 6 meses de su detención y las autoridades federales no aclaran el porqué los tecatenses siguen encarcelados, a pesar de que se han aportado pruebas documentales y testimoniales que confirman que los detenidos no participaron en hecho delictivo alguno, solamente fueron a revisar su casa, en donde los arrestaron.
El documento narra desde el punto de vista del que lo suscribe, los hechos de ese día, en que prácticamente todas las corporaciones policiacas y militares organizaron un operativo de localización de los atacantes que habían herido a los agentes federales, quienes se habían dado a la fuga a bordo de un vehículo Ford Lobo Harley Davidson color negro, modelo 2000, quienes bajaron por la Calzada Cortez a la colonia Escudero y posteriormente al Rincón Tecate, donde detuvieron su marcha y algunos fueron asegurados.
Juan Aldrete Márquez, señala que junto con su familia iba llegando a aproximadamente las 2:40 de la tarde procedente del Cajón California, cuando fue informado de que muy cerca de su domicilio se habían escuchado disparos de arma de fuego, por lo que su esposa llama a su hija que se encontraba en el domicilio, indicando que todo estaba bien y que ya Juan Jesús y su tío Sixto estaban en la vivienda. Minutos más tarde recibe un llamado de que el joven Juan Jesús había sido detenido por agentes de la Policía Federal, por lo que decide trasladarse a su domicilio.
En el trayecto se encuentra con un convoy de patrullas, cuyos elementos a bordo revisan el vehículo de Juan Aldrete, éste que indica que habían detenido a su hijo e iba para ver de que se trataba, por lo que los mismos agentes lo acompañaron a su casa, donde ya tenían a su hijo Juan Jesús, preguntando el porqué se lo llevaban, diciendo uno de los agentes que no se preocupara que solamente era para hacerle unas preguntas y tomarle su declaración. No dijeron para donde se lo iban a llevar, lo subieron a una camioneta de la PFP.
Mas tarde a eso de las 4 de la tarde, otros agente se encontraban en el domicilio Aldrete revisando el vehículo propiedad de Juan Jesús, un Ford F150 color negro cuatro puertas modelo 2005, camioneta que se llevaron sin que se conozca en donde está. Allí los federales preguntaron a Sixto Aldrete Márquez que si andaba con el otro joven, a lo que dijo que si, que se habían venido de la fábrica de ollas de barro donde trabajan en la colonia Escudero, para verificar que todo estuviera bien en la casa, ubicada cerca de la autopista y donde había bastante actividad policiaca. Por ello, uno de los policias indicó que fuera arrestado, llevándoselo también detenido.
Subraya Juan Aldrete que durante toda la tarde y parte del día siguiente no supieron nada de su hijo y hermano, lo que tenía a la familia sumamente preocupada y más cuando en la mañana en los medios de comunicación aparecieron en fotografías y videos sobre la detención de un grupos de 21 presuntos sicarios que habían atacado a los agentes federales y señalados en otros crímenes, lo que sorprendió sobremanera a la familia, ya que conocen muy bien a los dos jóvenes y solamente fueron a su domicilio para cuidar de los menores de edad que se encontraban en el domicilio y que todo estuviera bien.
La familia Aldrete pasó las 24 horas más difíciles de su vida, primero, porque no sabían a donde trasladaron a sus familiares y ante la incertidumbre por la detención, pese a que los oficiales habrían indicado que solamente les iban hacer una preguntas y los liberarían, cosa que evidentemente no sucedió y por el contrario los relacionaron con verdaderos criminales, algunos que se encuentran confesos de los delitos cometidos.
Juan Jesús Aldrete Rosas y Sixto Aldrete Márquez, son personas trabajadoras, el primero es ciudadano americano y labora para la empresa alfareria Aldremarkz en el área de comercialización, el segundo es supervisor de producción de las piezas de barro; familia reconocida en Tecate, por el esfuerzo, la dedicación y la entrega a su trabajo, que han sobresalido porque laboran todo el día, además de que son una de las empresas dedicadas a la alfarería más sólidas de toda la entidad, de ninguna manera son delincuentes, por lo que aquí se esta cometiendo una injusticia.
Definitivamente, los Aldrete no eran culpables de nada, pero su detención hecha a todas luces de manera ilegal y mañosa, los tiene aún recluidos en la penitenciería, aunque han pasado ya unos 912 días, esto sin que se les haya comprobado algún delito, mucho menos participación en el atentado, pero siguen encarcelados.
La incertidumbre de la familia fue mayor, al vencer el arraigo de 40 días, mas otros 40 que les dieron para probarles o no su participación dentro de una banda delictiva, y pese a que no ha sido así, fueron enviados al Hongo, donde se encuentran hasta la fecha.
Juan Aldrete Márquez, parafrasea un articulado de la Policía Federal que indica en su capítulo III del personal activo de la institución: "La actuación de los miembros de la Policía Federal Preventiva se sujetara invariablemente a los principios de legalidad, eficiencia, profesionalismo y honradez. Serán deberes de los miembros de la PFP, eI conducirse con dedicación y disciplina, así como con apego al orden jurídico y respeto a los derechos humanos. VII, velar por la vida e integridad física de la personas detenidas en tanto de ponen a disposición del Ministerio Público o de la autoridad competente. Capitulo II artículo 4, sección V: solo practicar detenciones o aseguramientos en los casos de flagrancia en los términos de ley.
La familia exige al Gobierno Federal, fije una postura en relación a sus hijos detenidos, ya que pese a las declaraciones de los demás detenidos y a que han comprobado con documentos y cartas su manera honesta de vivir, siguen recluidos y no les dicen para cuando saldrán libres, como tampoco los inculpan de algún delito, pero permanecen injustamente en prisión.
Ahora nuevamente, se apresta la familia, junto con un grupo de abogados a comprobar que los jóvenes no cometieron ningún delito y su detención fue a todas luces ilegal.
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